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Escritores en el patio

Escritores en el patio

Luego de que se divulgaran los resultados de varios estudios en los cuales Perú aparecía invariablemente entre los últimos lugares en comprensión de lectura, surgieron iniciativas promovidas por el Estado para revertir esta situación.

Una de ellas es Promolibro, que está desarrollando algunas propuestas interesantes, aunque insuficientes para estimular la lectura entre nuestros niños. Esta es una tarea de titanes en un medio caracterizado por la fragmentación cultural, la apatía y la falta de recursos. Una biblioteca municipal no suele tener libros para los niños. Y los padres no suelen leer más que los periódicos. Si esto ocurre en las ciudades, imaginemos lo que sucede con los niños campesinos que aprenden a leer con recursos más escasos aún y en un idioma que no es el materno.

Sin embargo, han surgido también iniciativas muy valiosas desde la sociedad. Una de ellas es Escritores en el Patio, una campaña novedosa, caracterizada por la interacción de escritores peruanos con el público escolar y sus padres. Esta iniciativa ha sido promovida por Javier Arévalo, escritor peruano, patrocinada por la Biblioteca Nacional y auspiciada por el BBVA Banco Continental. Así, el 24 de abril, día en que celebramos nuestro idioma, cien escritores compartieron con alumnos y padres de familia, acercando sus experiencias para conquistar un nuevo público.

El objetivo principal de esta jornada era «Lograr que, al 2006, los niños, niñas y jóvenes de nuestro país, en especial los más pobres y vulnerables, mejoren sus capacidades para leer, escribir, expresar en diferentes lenguajes lo que piensan y sienten, y desarrollarse como ciudadanos éticos con el respaldo del Estado y la ciudadanía».

Después de todo, ¿quién mejor que los propios fabricantes de historias, sueños y emociones para transmitir a otros el amor por sus creaciones? ¿Y qué mejor público que el infantil, acompañado por padres interesados en su formación?

Glenda Escajadillo (Lima, Perú)

1 comentario

Ana Lorenzo -

Me encanta esa iniciativa: tienes razón, Glenda, ¿quién mejor que un escritor para contagiar el amor a la lectura? ¿O quién mejor que un editor? Cuando alguien ama de verdad los libros, es un gran lector, y lo transmite mejor que nadie, sobre todo a los niños: siempre se dice que en una casa en la que se lee es donde un niño aprenderá a leer. Pues eso, a rodearles de escritores, que en el fondo son grandes lectores; por lo menos, los días en que se pueda y, sobre todo, en los países y zonas en que en las casas y en las bibliotecas no hay recursos suficientes para saciar su hambre lectora. Un saludo. Ana.