"Viva la edición viva." Palíndromo discursivo sobre la vitalidad del libro
Un texto que sólo un verbívoro podía traducir:
Viva la edición viva
Màrius Serra. La Vanguardia. 23/03/2010
Más de 230.000 personas han visto ya el vídeo que la sección británica de Dorling Kindersley Books preparó para una de esas reuniones que la industria editorial monta para revitalizarse o para limitar el derramamiento de sangre a las venas ajenas (del competidor) y evitar así el corte de las propias. En todo caso, estos editores británicos pergeñaron un texto tan ingenuo como ingenioso que expone el discurso apocalíptico del fin de la edición, algo que en tiempos del libro electrónico se lleva mucho. El texto, debidamente trozeado, admite una lectura inversa, tal como muestra un clip en Youtube (The Future of Publishing).
Una voz femenina lee el texto de ida y, al terminar, el teleprompter recorre el trayecto inverso y la cálida voz lo relee de vuelta, consiguiendo decir todo lo contrario. De la muerte de la edición a su resurrección. El éxito en la conferencia fue tal que decidieron hacerla pública, y la necesidad de buenas noticias que aqueja al sector editorial lo ha catapultado a la fama. El artificio basa su fuerza en los conectores y por eso resulta complejo trasladarlo a otra lengua. Mi primera intención era reproducir las dos lecturas en su versión original inglesa, pero al final me he lanzado a traducirlo al castellano y aquí tienen mi versión de urgencia. Sean indulgentes e imagínenslo en una voz preciosa (leánlo ustedes mismos si no tienen cerca a Núria Solé), mientras por una pantalla desciende el texto en líneas de longitud variable, separadas aquí por barras:
"Ha muerto la edición/ Y/ Los libros aburren mortalmente/ Ya nadie puede decir que/ Nos gusta leer/ A mis amigos y a mi pero/ Nos caen los libros de las manos/ No es cierto que no/ Me influyan las tendencias/ Sé lo que quiero en cuanto lo veo sin que/ El continente/ Sea más importante que/ El contenido/ Debo admitir que / Mi atención no capta las grandes ideas/ Y es falso decir que/ Leo mucho y me gusta aprender/ No me importa/ Y no creas que/ Me siento comprometido con el medio ambiente y la sostenibilidad/ Espero que lo veas claro/ Lo más importante para mi es/ Saber qué vestido lleva Lady Gaga/ Y no me importa tanto/ Saber qué hizo Gandhi el siglo pasado/ Lo que me parece increíble es/ Que ahora mismo me estés leyendo/ Lo importante para ti es/ Que encuentres/ Clientes/ Para los/ Productos/ No pensar/ Que tu trabajo sea / Colgado en Facebook/ A través del móvil no/ Resistirá/ Según mis amigos y yo/ Tu mercado/ Va ya a morir/ No creo que/ La edición/ Viva".
Y ahora, con la puntuación cambiada y en orden inverso, el mensaje tan ingenuo como ingenioso de Dorling Kindersley Books: "¡Viva la edición! No creo que va-ya a morir. Tu mercado, según mis amigos y yo, resistirá a través del móvil, no colgado en Facebook. Que tu trabajo sea no pensar productos para los clientes que encuentres. Lo importante para ti es que ahora mismo me estés leyendo. Lo que me parece increíble es saber qué hizo Gandhi el siglo pasado y no me importa tanto saber qué vestido lleva Lady Gaga. Espero que lo veas claro: me siento comprometido con el medio ambiente y la sostenibilidad, y no creas que no me importa. Leo mucho y me gusta aprender y es falso decir que mi atención no capta las grandes ideas. Debo admitir que el contenido sea más importante que el continente. Sé lo que quiero en cuanto lo veo sin que me influyan las tendencias. No es cierto que no nos caen los libros de las manos a mis amigos y a mí, pero nos gusta leer. Ya nadie puede decir que los libros aburren mortalmente y ha muerto la edición".
"Ha muerto la edición/ Y/ Los libros aburren mortalmente/ Ya nadie puede decir que/ Nos gusta leer/ A mis amigos y a mi pero/ Nos caen los libros de las manos/ No es cierto que no/ Me influyan las tendencias/ Sé lo que quiero en cuanto lo veo sin que/ El continente/ Sea más importante que/ El contenido/ Debo admitir que / Mi atención no capta las grandes ideas/ Y es falso decir que/ Leo mucho y me gusta aprender/ No me importa/ Y no creas que/ Me siento comprometido con el medio ambiente y la sostenibilidad/ Espero que lo veas claro/ Lo más importante para mi es/ Saber qué vestido lleva Lady Gaga/ Y no me importa tanto/ Saber qué hizo Gandhi el siglo pasado/ Lo que me parece increíble es/ Que ahora mismo me estés leyendo/ Lo importante para ti es/ Que encuentres/ Clientes/ Para los/ Productos/ No pensar/ Que tu trabajo sea / Colgado en Facebook/ A través del móvil no/ Resistirá/ Según mis amigos y yo/ Tu mercado/ Va ya a morir/ No creo que/ La edición/ Viva".
Y ahora, con la puntuación cambiada y en orden inverso, el mensaje tan ingenuo como ingenioso de Dorling Kindersley Books: "¡Viva la edición! No creo que va-ya a morir. Tu mercado, según mis amigos y yo, resistirá a través del móvil, no colgado en Facebook. Que tu trabajo sea no pensar productos para los clientes que encuentres. Lo importante para ti es que ahora mismo me estés leyendo. Lo que me parece increíble es saber qué hizo Gandhi el siglo pasado y no me importa tanto saber qué vestido lleva Lady Gaga. Espero que lo veas claro: me siento comprometido con el medio ambiente y la sostenibilidad, y no creas que no me importa. Leo mucho y me gusta aprender y es falso decir que mi atención no capta las grandes ideas. Debo admitir que el contenido sea más importante que el continente. Sé lo que quiero en cuanto lo veo sin que me influyan las tendencias. No es cierto que no nos caen los libros de las manos a mis amigos y a mí, pero nos gusta leer. Ya nadie puede decir que los libros aburren mortalmente y ha muerto la edición".
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