La RAE contra elcastellano.org, o la máquina de hacer dinero del Grupo Planeta
Que la Real Academia Española es una institución ya no sólo al servicio de la codificación de la lengua del imperio, sino al servicio de intereses mercantiles de empresas transnacionales españolas no es una noticia que vaya a tomar por sorpresa a nadie que lleve un tiempo siguiendo este blog. Pero debemos reconocer que, en este empeño, se perfecciona día a día, con performances que ni el más alocado delirio podría vaticinar.
A los que consideran que la tarea crítica realizada en Addenda et Corrigenda (y en este libro) es fruto de una manía persecutoria, de la exageración o del aburrimiento, les interesará saber que todo lo que hasta hoy le hemos echado en cara a la institución académica es poco comparado con este rien ne va plus que la docta se ha marcado con La Página del Idioma Español (elcastellano.org), web no comercial propiedad de Ricardo Soca, que lleva 15 años en el empeño de divulgar conocimiento, recursos y noticias sobre el idioma, incluidas las novedades académicas, una labor que cualquiera entenderá como tarea provechosa para la difusión de la norma del castellano.
Cualquiera menos la RAE y Planeta, grupo editorial que, para nuestra sorpresa, tiene autorización de la Real Academia Española para actuar en su nombre en la protección legal de los contenidos digitales y en papel en cuya edición haya participado. Es decir: DRAE, Diccionario manual, Ortografía, Diccionario esencial y Nueva gramática, en todas sus versiones. En virtud de tal autoridad, pueden instar a cualquier página de internet a retirar de ella contenidos de estas obras o incluso enlaces profundos a sus respectivas páginas web del portal académico, en cumplimiento de las condiciones legales de reproducción que la RAE ha fijado (cuya legalidad y alcance jurisdiccional es discutible). Y esto es justamente lo que han hecho con La Página del Idioma Español, como puede comprobarse en la documentación que adjunta el aviso que ha hecho público Ricardo Soca (anuncio que probablemente también se vea obligado a retirar en breve), y que abajo reproducimos, según el cual, ante la intimación de Planeta-RAE, ha eliminado enlaces de este tipo a la página de la RAE y su elaboración personal de una tabla comparativa de las entradas del DRAE que van a eliminarse, enmendarse o añadirse en la próxima edición del Diccionario, información que la web de la RAE no facilita de un modo tan amigable.
Nos preguntamos si Planeta, en nombre de la RAE, habrá obrado de igual manera con los contenidos académicos que figuran en la Wikilengua de la Fundación del Español Urgente (Fundéu), organismo presidido por el director de la RAE. Apostamos algo a que no, y no porque la Fundéu no se lucre de esa conexión; ¡tiene hasta un sello de calidad lingüística de pago! Y, al mismo tiempo, tememos por recursos como el Dirae, un DRAE de usabilidad muy mejorada (por una persona ajena a la RAE), que muchos profesionales usan con preferencia sobre el DRAE en línea original.
En cualquier caso, resulta paradójico que una institución como la Academia, semifinanciada por los hablantes y cuya obra (publicada por Planeta y Santillana) se nutre del expolio de la labor ajena (también del trabajo de webs sobre el castellano como Jergas de Habla Hispana), intimide de este modo a modestos propietarios de páginas de difusión del español para llevarlos a retirar de ellas cualquier vestigio de sus productos normativos. Más que paradójico, es demencial.
Compruébenlo en esta reproducción del documento publicado en La Página del Idioma Español [actualización, 14/10/2011: véanse asimismo Las razones de la RAE para eliminar "competencia desleal" entre los internautas, Historia de las finanzas de la RAE y de su venta a los intereses del IBEX35 y la evolución de la noticia en los medios y en los comunicados emitidos por las instituciones implicadas: Todo sobre mi RAE®. La larga cola del asunto Ricardo Soca]:
La RAE nos obliga a retirar servicios del portal
Ricardo Soca
Cuando vi aquel mensaje amenazante en mi correo electrónico, pensé que el remitente sería de esas personas que emplean su tiempo en enviar mensajes-basura, un cracker o depredador, de los que se enorgullecen de sus acciones vandálicas en la red. Esta conjetura se vio fortalecida por el hecho de que el IP de donde provenía el mensaje está señalado en Wikipedia como origen de actos de vandalismo en la red: http://es.wikipedia.org/ wiki/ Usuario_ discusi%C3% B3n: 213.192.254.2.
En el mensaje se me advertía, en nombre del Grupo Planeta y de la Real Academia Española, que debería retirar los avances de la vigésima tercera edición del diccionario académico, pues estaría violando, aquí en Montevideo, no sé qué leyes civiles y penales del Reino de España. No podía concebir (ahora puedo) que la Real Academia y un grupo empresarial de la envergadura de Planeta pudieran zanjar sus conflictos sobre uso de contenidos mediante mensajes anónimos en la internet. Ni que creyeran que yo podría «competir» con ellos.
Después de intercambiar varios mensajes y llamar por teléfono a la sede del Grupo Planeta en Barcelona, pude comprobar que mi conjetura era errónea: mi interlocutor acabó identificándose como Álex Calvo, del Departamento Jurídico de dicho grupo, quien dijo actuar en «en nombre de la Real Academia Española, en adelante RAE», todo ello con «un profundo respeto hacia nuestros usuarios» y con el objeto de «procurar la continuidad de su buen nombre en el sector», según reza el mensaje inicial sin firma enviado desde la dirección electrónica acalvog@planeta.es.
La docta casa me advirtió asimismo a través de este insólito apoderado, que «queda prohibida la introducción de enlaces que faciliten el acceso directo a cualquiera de los contenidos de los sitios web de la RAE, salvo en el caso de que se utilicen los procedimientos que la entidad implemente para ello, bien sea por medio de botones integrables en el navegador o de otro tipo de recursos de software».
Según Planeta/RAE, este nuestro modesto portal estaría practicando «competencia desleal» y cometiendo «un ilícito penal de acuerdo con» leyes que rigen en el reino peninsular.
Sintiéndome intimidado por entidades tan poderosas, he retirado del portal los contenidos cuestionados, pero no puedo dejar de señalar que hace nueve años empecé a distribuir nuestro boletín La palabra del día, que hoy llega a un universo de 212.000 suscriptores gratuitos. Pues bien, hace tres años, la Real Academia decidió apropiarse del nombre del boletín y tiene su propia «palabra del día». Nunca cuestioné este procedimiento, característico de la política de ninguneo de RAE, pero es sintomático que, a partir del momento en que nuestra buena amiga Silvia Senz se lo hizo notar a la Academia Española mediante un mensaje dirigido a la cuenta en Twitter @RAEinforma, le fue bloqueada su suscripción a este servicio de la RAE en esa red social.
El papel de las instituciones académicas, sobre todo de aquellas que son financiadas en todo o en parte por el dinero de los contribuyentes, es generar y transmitir conocimientos, devolviendo a la sociedad el fruto de sus investigaciones con la máxima divulgación posible. Que las empresas privadas comercialicen material cultural para obtener ganancias no está mal, forma parte de su papel en nuestra organización social, pero las instituciones académicas no deberían involucrarse en la busca de lucro.
Habíamos pensado hasta ahora que este sería el caso de la Real Academia Española, que desde Madrid pretende dictar las normas del castellano a un universo de 450 millones de hablantes diseminados en veintidós países de cuatro continentes, trabajando en colaboración con un conjunto con otras tantas academias nacionales . Pero la RAE retacea el fruto de su trabajo por razones comerciales: su diccionario no ofrece en la web todos los servicios de su versión comercial en disco, el Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española no ofrece en la red los mismos servicios que su versión de pago en DVD, y no permite la divulgación de sus trabajos fuera de su página web por razones comerciales.
En el siglo XXI, la Academia ha delegado en empresas privadas del Reino de España una parte de la autoridad que hace 298 años le confirió Fernando V para unificar la lengua del imperio. En efecto, es sorprendente que una compañía poderosa como el Grupo Planeta pueda presentarse en nombre de la Real Academia, presionando para impedir la divulgación en la internet de obras en cuya elaboración han participado las veintidós academias, como es el caso del Diccionario de la lengua española y pretende imponer las leyes del reino a los países hispanohablantes.
Para oír la conversación telefónica con este empleado de la editorial española, pulse aquí.
Para ver la intimación enviada por Planeta/RAE a elcastellano.org, pulse aquí.
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25 comentarios
Chao -
Ese juego, ese estilo, demuestra frustración, resentimiento, Odio oculto a la Madre Patria, a España, incita al odio de otros, como hace uno de Chile, mentando la 'bicha' de la Colonias. Pues algunas colonias no han superado aún el nivel de hace 200 años. Por cierto. Y su nivel de Crimenes,y Mafias, en otras, no tiene parangón en la Historia.Sigan si quieren con la
YO -
Arturo Nebrija de Sahavedra Hetero -
Agustín -
A partir de hoy, jamás, nunca, volveré a comprar un libro de editorial planeta (sic) por mucho que me interese la publicación, espero que los buenos autores no vuelvan a publicar en esa casa editorial.
Silvia Senz -
Nono -
Miguel A. Román -
http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000011.nsf/voTodosporId/6DEB8D915537D89EC1257920005E6A01?OpenDocument&i=6
Rosa María -
No se dejen amedrentar, que el todopoderoso Sr. Lara no impida su tarea. Un abrazo desde España.
cecilia -
El poder se lo otorgamos nosotros.
(Brasil, inundado de Inst Cervantes, siendo que la unión comercial es del Mercosur...; periodistas que se burlan del habla regional; escritores que aspiran a ganar premios planetas...)
El desprestigio es la peor condena. Empecemos ya. En este instante van los links hacia las bandejas de entrada de alumnos, parientes, amigos.
Saludos,
Cecilia
PS: y a un par de radios (por lo menos de Arg.)
Marco -
José Arlindo Dos Santos -
José Arlindo Dos Santos.
Australia Elisa Lattke Valencia -
Si al menos le dieran trabajo a mi hija filóloga y correctora de textos y más, creo que me callaría (;-)
Bromas aparte: Me uno a vuestra indignación y creo justo que lo sepamos todos, así que lo publico en mi blog.
Saludos
Federico Martín Maglio -
Un argumento más a favor de los críticos de esta geronte institución que no se enteró que estamos en el siglo XXI.
http://fmmeducacion.blogspot.com
Herman -
Le escribo desde Chile. Hace varios años que recibo periódicamente "la palabra del día", por lo cual le estoy muy agradecido. Lamento el mal rato que está pasando por colaborar, en forma desinteresada, a la difusión de la cultura de los hispano parlantes. Realmente indigna la prepotencia que se trasluce en el actuar de sus acusadores. Pareciera que aún se sintieran dueños de sus colonias sudamericanas.
Reitero mi agradecimiento y le hago llegar mi sincero apoyo.
Mrfoxtalbot -
Le doy las gracias por su atención y le envío un saludo.
Jacqueline -
Bárbara -
Óscar L. Ruys -
amaya -
Emilio Vega Martín -
* palabras que se usan en México que no aparecen en el diccionario de la RAE.
ENRIQUE SÁNCHEZ DÍAZ -
SON UNOS FILIBUSTEROS.
treso -
Pepa -
Anonymous -
gloria romero -
Por favor, señor, como Don Quijote continúe su labor educativa y su lucha por la libertad. Gracias