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Un espantajo en la Historia de la filosofía, de Frederick Copleston

Un espantajo en la Historia de la filosofía, de Frederick Copleston

Un espantajo me escandalizó hace años, cuando era estudiante. En el primer volumen de la famosísima Historia de la filosofía, de Frederick Copleston (Ariel, Barcelona, trad. de Juan Manuel García de la Mora, seis ediciones, 1966 a 1981; 3.ª reimpr. mexicana: México, 1987), aparece citada en varios lugares una obra de Aristóteles: Metafísicos, llamados así —explica, en plural, el texto de la traducción— «por la posición que ocupan en el Corpus Aristotelicum». Parece obvio que el traductor vio la forma en inglés Metaphysics y «tradujo» Metafísicos. Después, un corrector más avisado debió de sobrescribir Metafísica, pero no lo hizo en todos los casos. No me quejo. En esos días, sin la famosa herramienta de reemplazar de Word, hacer las cosas a pie era garantía de errar (también las herramientas de Word vienen con esa garantía). Pero ocurre que la primera edición en español del Copleston, como lo han llamado siempre los estudiantes, es de 1969. Todavía vi el mismo descuido en la tercera reimpresión mexicana, de 1987. Ahora, cuando en una librería me topo con el libro, me pica la curiosidad y busco un ejemplar que no esté retractilado. Les confieso que no sé bien qué quiero encontrar. Mi conciencia me dice que ojalá por fin se haya corregido ese error tan feo. Mi diablito me murmura, al oído contrario, que se acerca otra posibilidad de escandalizarme, como cuando era joven y feliz y creía que la vida era perfecta.

Javier Dávila (Ciudad de México, México)

3 comentarios

Jordan 11 -

Time cures sorrows and squabbles because we all change, and are no longer the same persons. Neither the offender nor the offended is the same.

Ana Lorenzo -

Ay, cuando uno es joven y feliz y cree que la vida es correcta. Y claro, de esto no te dicen nada en el cole. Lo desesperante que es ver que no sólo esto no es así, sino que hasta lo más sagrado que uno tiene tampoco vale: los libros, la palabra escrita... a los que de niños nos acercábamos llenos de ilusión y con la confianza de que no podían tener errores. ¿Qué ha pasado con el mundo editorial para que nos encontremos que los errores no se corrigen, se repiten, invaden los libros? ¿Cómo dejar leer un libro a mi hija de doce años sin antes leerlo yo por si las moscas, no vaya a ser que le esté pasando un espantajo, con lo frágiles que son a esa edad?

noemi -

Como dice Gustavo Sainz:
"De generación en generación, las generaciones se degeneran con mayor degeneración"