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Lecciones de corrección «on the rocks»

Lecciones de corrección «on the rocks»

El pasado miércoles, 29 de marzo, leí en El Periódico una noticia (procedente de un despacho de Efe) en la que se anunciaba, presentándolo como «un nuevo espacio en Internet destinado a proteger el buen uso del español», otro servicio de corrección y certificación de calidad lingüística con presencia en la Red, la Oficina de Corrección del Español, dirigida por Antonio Machín García y coordinada por Pedro García Domínguez y por Alberto Gómez Font (filólogo, escritor, corrector de Efe y coordinador de la Fundéu).

 

Precisamente leo hoy en la página de la Fundéu una reseña de la presentación en Buenos Aires del libro de este último, Donde dice... Debiera decir..., y extraigo de una y otra noticia tres máximas, útiles para incorporar al decálogo profesional de todo corrector de textos:

1) Sobre purismo: Ama los préstamos como a ti mismo: son el futuro de la lengua española y consustanciales a su idiosincrasia. (Lo que no sé es si seguir repudiando los calcos...)

2) Sobre cuitas socioprofesionales: Si nos quejábamos de las bajísimas tarifas que cobra un corrector (de cualquier lengua; más aún un corrector editorial) y de sus precarias condiciones laborales, desechemos ya mismo la idea de pasarnos al gremio de la hostelería (rama coctelería): los bármanes (¿o barmans?) aún cobran menos.

3) Sobre certificaciones: Ya no hay corrección (o servicio de corrección) que se precie si no ofrece un sello de calidad lingüística. (Me voy ahora mismo a encargar un tampón resultón.)

Silvia Senz (Sabadell, Cataluña, España)

 

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2 comentarios

Francisco Javier Cubero -

1) «Los préstamos son el futuro de la lengua española y consustanciales a su idiosincrasia»: ¿renunciamos a las posibilidades de nuestra lengua o la reemplazamos directamente?

2)Y es que «piensa el ladrón que todos son de su condición» o que sólo son los que están en el lado más regio la barra.

3) Ya no basta con el trabajo bien hecho, ahora tiene que estar certificado por quien dice saber lo que es un trabajo bien hecho. La cuestión es cobrar para seguir tomando copas en el lado bien visto de la barra, cualquier día nos servirán las copas reemplazando la aceituna o la cereza por un bonito sello de calidad impermeable.

Alex -

Otro libro basura. Ahora el relativismo llega a la lengua. Lo guay es escribir mal y no seguir las normas que la propia RAE se marca a sí misma. Estos tíos se han vuelto locos. Menos mal que cada vez menos gente les toma en serio.