¿Qué fuentes usaron Elena Hernández y su equipo para redactar el Panhispánico?
¿Es el Diccionario panhispánico de dudas (DPD) una obra exclusivamente creada a partir del conocimiento filológico de sus redactores, aplicado a las dudas que enviaban los hispanohablantes de todo el mundo al Departamento de Español al Día de la RAE, o bebe ampliamente de fuentes bien identificables?
Por de pronto, en los minutos 04:06 al 04:16 del vídeo promocional del DPD se descubren sobre la mesa de Elena Hernández (coordinadora y redactora jefe de la obra) la Ortografía de Martínez de Sousa publicada por Paraninfo y el Diccionario del español actual de Manuel Seco, publicado por Aguilar.
¿Por qué esas obras, realizadas independientemente, con esfuerzos meritorios, producidas por empresas privadas y —por su calidad— más prestigiosas y de uso mucho más extendido que las académicas, no quedan recogidas (y reconocidas) como fuentes del Panhispánico en una bibliografía, como corresponde a un trabajo intelectual honesto?
A la hora de manejar fuentes ajenas en la confección de sus obras ¿gozan la RAE y las academias de la lengua asociadas de alguna prerrogativa especial que les permite acogerse a los límites del derecho de autor cuya finalidad es facilitar el acceso a la cultura y a la educación? Y si la tuvieran ¿es lícito que disfruten de ella mientras explotan comercialmente sus obras?
3 comentarios
Sumpsi -
¿Hay alguien que lea las noticias en un blog mirando también los enlaces, o aún no se sabe que vienen a ser unas notas documentales imprescindibles?
Rodrigo -
Alex -
Aunque si los autores implicados no se quejan, los demás tampoco van a hacerlo por ellos.