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Cuando las barbas de tu vecino veas pelar...

Me llega a través de una amiga el siguiente artículo de Ferran Toutain: «La incorrección de la corrección», publicado en la edición catalana de El País, y es para mí una sorpresa. Constato con admiración, y no sin algo de fascinación y cierto espanto, que o en Cataluña no tienen ni idea de cómo andamos en Madrid (iba a decir el mundo castellanohablante, pero ya no me atrevo a hablar de más allá) o en Madrid no sabemos nada de cómo hablan en Cataluña, por mucho que yo tenga allí familia y amigos, y vaya para allá de vez en cuando.

Parece ser que allí hay catalanes que creen que el fenómeno de duplicar inútilmente... todo: alumnas y alumnos, compañeras y compañeros, amigas y amigos... (porque últimamente lo veo siempre antepuesto, el femenino) es marca de la casa o denominación de origen de la cuna del cava. Pues no, no nos envidie usted, señor Toutain, qué más quisiéramos nosotros. Ayer, sin ir más lejos, le contaba yo a una amiga y mamá que ha estado un año fuera algunos cambios; nos reíamos mucho con uno de ellos. «¿De verdad es el Ampa?», me decía, incrédula. «No, peor —decía yo entre risas—, ahora es la Ampa (Asociación de Madres y Padres de Alumnos), con la, en femenino. Adiós al agua, al águila... Todo en forma femenina, no vayamos a discriminar.» «Pero tendrán que duplicar la a final, por aquello de alumnos y alumnas.» «Dirás alumnas y alumnos.» Más risas. Ya hemos apostado en qué va a parar todo esto. Yo, barruntando, digo que gana AMPTUYTAYA (Asociación de Madres y Padres y Tutores y Tutoras de Alumnas y Alumnos); ella, más puesta en cuestiones de leyes, me advierte: «Olvida lo de tutores; progenitores, Ana, ahora se lleva lo de progenitores» y su apuesta es AMPAPROPROAYA (Asociación de Madres y Padres y Progenitores y Progenitoras de Alumnas y Alumnos). Lindos nombres, ¿no? Al menos en vez de sonar a mafia, se prestan a canciones étnicas.

Muchos esperamos una reacción de los poetas, de los homicidas, de los idiotas ante tanta tontería. «Silencio en la sala. Acusado, si sigue así no tendré más remedio que expulsarle por desacato.» «Es que yo no soy presunto homicida, señora jueza, soy homicido.» «Abogada, ¿qué puede decir a favor de su cliente?» «Con todo el respeto, su señoría, mi cliente es un idioto

Es cierto que el Diccionario Panhispánico de Dudas (RAE: Diccionario Panhispánico de Dudas. Madrid: Santillana, 2005, o en línea en www.rae.es), en su entrada «Género» (n.º 2), en el punto 2, «Uso del masculino en referencia a seres de ambos sexos», deja muy claro que «el masculino gramatical no solo se emplea para referirse a los individuos de sexo masculino, sino también para designar la clase, esto es, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: “El hombre es el único animal racional”; “El gato es un buen animal de compañía”. [...] Se olvida que en la lengua está prevista la posibilidad de referirse a colectivos mixtos a través del género gramatical masculino, posibilidad en la que no debe verse intención discriminatoria alguna, sino la aplicación de la ley lingüística de la economía expresiva [...]». Es un consuelo que el DPD deje tan clara su postura ante un uso que se extiende y que realmente va en contra de esa economía lingüística que muchas veces ha hecho evolucionar a la lengua, no solo a la española o castellana; es tranquilizador ver que esta vez no se limita a aconsejarnos, sino que nos deja ver cuál es la norma que hay que seguir. Pero es una lástima que no se mantenga con ese carácter toda la obra.

¿Norma, sí o no? Yo sí la quiero. Primero, porque la hay, no nos hagamos los tontos, o cuántos de ustedes son capaces de no corregir a su hijo si este le escribe, por ejemplo, «mamá, felizidadesen tu cunple ce cunplas muchoss mas». Bueno, estoy de acuerdo en que se nos cae la baba y lo guardamos con las faltas, con el dibujo, que es más bonito que cuando crecen, y hasta con la mancha de mermelada de mientras merendaba a la vez que pegaba las lentejas para poner los ojos, pero coincidirán conmigo en que más pronto o más tarde le diremos que felicidades es con c, que en es una palabra y que se escribe separada, que esa n- la cambie por una m- siempre antes de la -p, etcétera. No dejaremos que escriba ojo con h ni había sin ella, ¿no? Pues con las mismas, no sé por qué íbamos nosotros a poner y quitar normas al buen tuntún. Claro que la lengua evoluciona, y claro que las normas se adaptan, pero despacito, con tranquilidad, y sin empobrecer la lengua quitándole matices a sus sustantivos y expresiones, o añadiéndole trabajos mecánicos, aburridos y malpagados a la pobre.

Y eso de quitar y poner me recuerda algo que comenzó con la Ortografía (RAE: Ortografía de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe, 1999) y que continúa con el DPD y a lo que alude el señor Toutain en el artículo que ha dado lugar a este otro: los acentos diacríticos y la reforma que ha habido en la RAE, que según Toutain ha sido ejemplar, pues, según sus palabras, «La Real Academia ha reformado algunas de sus reglas en los últimos tiempos; ha eliminado, por ejemplo, los acentos diacríticos cuando no resultan imprescindibles, y tengo entendido que en las escuelas adoptan rápidamente este tipo de novedades [...]». Pero yo no tengo más remedio que decir que 1) la eliminación de los diacríticos se ha hecho solo cuando no hay riesgo de anfibología en los casos de solo adj./sólo adv. y los demostrativos este, ese, aquel, aquellos, esta, esa, aquella, aquellas adj./éste, ése, aquél, aquéllos, ésta, ésa, aquélla, aquéllas pron. En cambio, en los casos de sí/si, mí/mi, tú/tu, dé/de, sé/se, té/te... y muchos más, no se aplica esta regla nueva. ¿Es que el riesgo de ambigüedad es menor en solo y en los demostrativos? No lo creo. ¿Se ha facilitado algo con esta nueva regla? Pues... ahora hay gente que ya no pone ningún acento diacrítico, con lo que yo me he encontrado con cosas como: «si, estoy de acuerdo, si vamos a ir por la tarde si deberíamos llevar esa y sí...». También me he encontrado con textos en que el escritor no ha debido de saber qué hacer y ha decidido acentuar uno de cada tres demostrativos que cayera en sus garras, sea o no pronombre y haya o no riesgo de anfibología, así que yo me lío a quitar tildes a *ésta casa y no bendigo a la bendita Real casa por haber causado tanto follón. Pero para embrollo el de los colegios: a ver quién es el guapo que dice ahora a los alumnos que le pongan el acento solo si perciben riesgo de anfibología —antes tendremos que tratar de explicarles que no les estamos hablando de conocimiento del medio, que es como se denomina por estos lares a las ciencias naturales—. Porque ¿y si lo percibe solo un hablante? ¿Y si el hablante que escribe no lo percibe y los que lo leen sí? ¿Y si nadie lo percibe, pero el profesor sí y pone una falta al alumno? ¿Y si nadie, ni el profesor, lo percibe, nadie pone la tilde, llega el cuento a un concurso, gana, se publica, hay ambigüedad, nadie lo entiende, se manda la duda al servicio de consultas de la RAE, esta le pone la tilde...? En definitiva, ¿realmente estos cambios evitan vacilaciones al hablante común, o generan una distinta?

Una norma clara, pues, y las licencias y las rebeliones que a ustedes les dé la gana.

Ana Lorenzo (Rivas Vaciamadrid, Madrid, España)

28 comentarios

MARIA CRISTINA GARAY ANDRADE -

DICCIONARIO DE LA DISCRIMINACION DE LA MUJER EN EL LENGUAJE
EDICION 1994
SOY AUTORA DE ESTE DICCIONARIO
MARIA CRISTINA GARAY

Vicent -

Propongo seguir ampliando términos no discriminantes al reino animal. De forma que ahora nuestros hijos y/o nuestras hijas dirán en la escuela que los perros y las perras ladran, y las pájaros y las pájaras (que también existen) pían.

ColdWind -

Defiendo la norma lingüistica, pero también creo que la lengüa tiene sus defectos (y por lo tanto la norma también).

Antes que andar duplicando todo ("Padres y madres" "Personos y personas") preferiria crear una nueva forma neutra.

Por ejemplo, en esperanto "padre y madre" o "padres" (genérico) se dice gepatroj.

En lugar de "alumnos y alumnas" podriamos decir "alumnes" o, más divertido, "alumnis"... si alguno de los dos genera confusión entonces tal vez sea mejor "alumnus".

El Pantera -

Otro artículo muy interesante:

http://servicios.elcorreodigital.com/vizcaya/pg060307/prensa/noticias/Articulos_OPI_VIZ/200603/07/VIZ-OPI-211.html

carlos -

En primer lugar, me presento. Trabajo como corrector en una editorial, y me enfrento a diario con textos para revistas y libros. A propósito de las tildes diacríticas, coincido en que se ha aumentado la confusión. Llega un momento en que no sé qué hacer.

Me explico: leo el comienzo de un texto y compruebo que el autor ha decidido acentuar los pronombres demostrativos. Lo respeto porque, obviamente, es correcto. Pero hete aquí que a mitad del escrito cambia de opinión, y luego vuelve a los acentos. Arg. Toca volver al principio y eliminarlos todos. Si la regla no hubiera cambiado, sabría a qué atenerme desde el principio. Ahora, debo revisar todo el texto para ver si el autor ha mantenido la coherencia, supuesto harto improbable.

Antonio -

Me pregunto que hay de malo en decir abogada y jueza. La primera es simplemente una forma natural de hablar en castellano, construir el femenino con -a de los sustantivos que terminan en -o. Como amigo, amiga, sin ir mas lejos. En el caso de jueza, es una palabra que viene al menos del s.XIX y que ahora ya no significa la mujer del juez sino alguien que pertenece a la judicatura.

Por otra parte, santificar lo que dice el RAE y grabarlo en piedra cuando hablamos de una forma corrupta del latin vulgar desarrollada en una zona de romanizacion muy limitada y bajo fuerte influencia de una lengua que ni siquiera es indoeuropea resulta un tanto curioso.

Mario P. -

Hola

Aquí en México en el año 2000 entro un Presidente que se dijo democrata, pues antes de él, un solo partido gobernó durante 70 años. Así que con la democracia de moda no podía exluir "a y los ciudadanos" pues todos somos mexicanos; su manera de hablar ha sido copiada po otros que se dan las de democratas también; pero aunque tenía idea que eso estaba mal (lo de su lenguaje), con este artículo veo que nuestro Presidente es lo que todos nos sospechábamos, un verdadero Ignorante, además de esdrujulear todas las palabras: pues nos habla así: "Saludo a todos los Méxicanos y las Méxicanas en esta Démocracia..."; y ya que hablo de su ignorancia, fue a una feria del libro a hablar del gran escritor Jose Luis Borges (ha de ser hermano de Jorge Luis), en la Républica Checa saludó pensando que estaba en Austria; no, si de plano ya no queremos que salga, porque solo nos pone en verguenza, bueno si, que salga, pero de la presidencia.

Juan Antonio G: -

No hay sexismo en el lenguaje, solo son las feministas las que ven problemas por donde sea. En muchos países como los de América Latina, Rusia, y oros más se usa "la Madre Tierra" "La Madre Patria"; pero en Alemania el género es masculino "El Padre Tierra" y de un día para otro han saltado las feministas diciendo que eso es sexismo y piden que se cambie; como si su idioma se inventara ayer. En los demás países, si es de un género u otro no nos interesa, solo son las feministas las que ven problemas donde no los hay... huy si son como los abogados.

Sumpsi -

En el caso de los sustantivos que aluden a seres con sexo, como ya he comentado, en la atribución de género también ha desempeñado históricamente un papel determinante el sexo del referente, y si el sexo mayoritario del referente era masculino, el género era masculino. Es decir, como en la historia de la sociedad hispanohablante (ya que hablamos del español), debido a la predominancia del varón, los referentes de muchos de esos sustantivos solían ser mayoritariamente masculinos, el género que se les atribuía era masculino, tanto en singular como en los plurales genéricos. Si esa situación ha variado y los referentes ya no sólo no son masculinos sino incluso mayoritariamente femeninos, el género atribuible debería ser masculino y femenino en singular y en plural (salvo en sustantivos invariables), y aun sólo femeninos en plural (hablar, por ejemplo, del colectivo de maestros, siendo abrumadoramente femenino, resulta un tanto absurdo). Incluso las formas colectivas deberían ser de preferencia.

Vax -

Hola a todo el mundo,
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De un tiempo a esta parte me he visto obligado a cambiar la manera de expresarme debido en parte a los argumentos que apunta Ana Lorenzo, a la que mando mi enhorabuena por el artículo.
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Prefiero usar otra opción mientras la haya, como en el saludo de más arriba. “A todo el mundo” desbanca al anticuado “a todos y a todas”. La opción “a tod@s” no me convence y mucho menos la de “a To2”. La decisión de rendirme y no usar masculinos y femeninos se debe por una parte a la presión de convertirlo todo en políticamente correcto y por la otra para no hacer usos sexistas del lenguaje.
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La gota que colmó el vaso fue cuando leí que la Federación Estatal de Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales –que debería cambiar de nombre antes de que las siglas ocupen dos renglones– protestaba con la finalidad de cambiar a “progenitora 1/progenitor 1” y “progenitora 2/progenitor 2” nuestros recién estrenados “progenitor 1” y “progenitor 2” que sustituyen a “padre” y “madre” en el Registro Civil.
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Bien cierto es que el lenguaje debe ser flexible y hasta cierto punto moderno, pero esto ya es cachondeo.
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Sobre los acentos diacríticos, preferiría que la RAE se centrara en asuntos más prosaicos y presionara para un mejor conocimiento del lenguaje y su ortografía. Se me caen los pelos del sombraje en cuanto leo cosas como “hechandole la culpa” o “invitarlos he invitarlas”. Esto lo digo sin ánimo de ofender, ya que entiendo que aquí se escribe a pelo, sin el corrector del procesador de textos (por no hablar de lo cercana que está la hache de la e en el teclado).
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Por otra parte, prefiero que los miembros de la Academia sigan siendo dinosaurios en lugar de jovencitos electos por SMS en un programa de la casta de “Gran Hermano”.
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Nos queda siempre el consuelo de que el español no es un lenguaje universal y que no tantos advenedizos pueden darles patadas al diccionario. Por ejemplo, no tenemos que aguantar como los británicos que en festival de Eurovisión más de la mitad de quienes presentan los votos de cada país suelte un “An de tuelf points GOUS tu…”.
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Antes de que la sangre llegue al río, voy a evadirme 22 minutos viendo un episodio de “Los Simpsons”, tal como fue bautizado en su día (en que las eses estaban a 2x1 en el supermercado).
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Saludos y gracias por los 2 minutos que me habéis dedicado,
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Vax

Chema Lopez -

Quizas les interese este articulo del Académico de la RAE Arturo Pérez-Reverte: http://www.capitanalatriste.com/escritor.html?s=patentescorso/pc_19mar06
y http://www.capitanalatriste.com/escritor.html?s=patentescorso/pc_06mar05
No dejan indiferente

Lolo Gramos -

Yo pienso, pero tal vez no lo piense siempre, que nosotros y nosotras hablamos y escribimos no sólo o no simplemente para transmitir información o comunicar ideas o pensamientos, sino también o sólamente a veces, para imponer nuestros puntos de vista, nuestras formas de pensar y básicamente para llevar razón, llevar el gato al agua o la gata. Por suerte o fortuna o destino ineludible será el tiempo el que ponga las cosas u objetos en su sitio o lugar, señoras y señores, damas y caballeros, gentes diversas.

Qué coñazo o pollazo.

Marta -

Piu: no confundamos la libertad de expresión con la forma de comunicarse. El uso lingüístico tiende a la dispersión; por decirlo claramente, si una lengua no se regulara (especialmente su registro escrito)y si los medios orales y escritos no aplicaran esa regulación, al cabo de un tiempo no nos entenderíamos y las lenguas acabarían atomizadas en un sinfín de variantes. Es así desde siempre: sin el establecimiento de códigos respetuosos con las tendencias de la propia lengua y con sus usos principales, no hay comunicación, simplemente.

Otro asunto es que la Real Academnia Española (y sus academias asociadas) sea la institución mejor capacitada para llevar a cabo esa regulación, que bien demuestra no serlo.

piu -

El habla común hace la lengua. Si nos forzamos a las reglas será como las lenguas impuestas. Seamos libres hablando, puesto que sirve para lo principal; comunicarnos.

Sumpsi -

En efecto, la lengua interpreta el mundo, y es por ello reflejo de un entorno social y filosófico.
En la derivación al castellano de los tres géneros latinos (masculino, femenino y neutro), se pasó de esta tríada basada en una concepción naturalista derivada del indoeuropeo (que distinguía entre seres inanimados y seres animados, y entre estos, entre masculinos y femeninos) a una oposición exclusivamente masculino/femenino (básicamente -o/-a), que reflejaba también la desmitologización de la naturaleza.
En cuanto al razonamiento que da la RAE de que el género romance es mero indicador de una categoría gramatical, privado de cualquier referencia semántica, no es cierto. En la evolución del latín al romance, en el caso de los sustantivos atribuibles a un sexo (sexuados) se produce una acomodación de la forma al género, lo que da prueba de que no sólo funcionan mecanismos gramaticales en la flexión de género, sino también semanticos (el sexo del referente). Ese fue el caso, por ejemplo, de SOCRUS y NURUS (femeninos de la cuarta declinación), que en latín tardío pasaron a la primera declinación como SOCRA y NORA, de donde SUEGRA y NUERA.
Así que la actual tendencia a concordar el género gramatical con el sexo del referente no es ni nueva ni ajena a la historia de la conformación del castellano.

Marta Garriga -

Yo creo que no puede caber duda de que el lenguaje es también un reflejo de la sociedad. No es casual que el género que se utiliza para el plural genérico sea el masculino. Como no son casuales la significativa diferencia de significados de palabras que en femenino tienen un sentido peyorativo y en masculino, honorable. Tampoco se nos puede escapar la carga tremendamente sexista (y xenófoba y...) de muchas de las definiciones históricas del DRAE. Si la RAE ha ido modificando las visiones del mundo que traslucían sus obras, personalmente no me parece tan mal modificar ese uso del masculino como genérico sustituyendo ciertas palabras por colectivos; se respeta la norma y se respeta el principio de economía del lenguaje. Y se respeta, finalmente, la pretendida igualdad social entre hombres y mujeres.

Shotgan -

La verdad es que recuerdo cuando iba al instituto y empece a ver lo del AMPA.
Aparte de reirme un rato por encontrarlo ridiculo, el hecho de que ahi se reunieran los padres y profesores me hizo asociarlo con el "hampa", al mas puro estilo mafia jeje.

Yomismo -

Miry, si, como tú dices, ese grupo de personas no deseáis acatar las normas de la RAE (que, quieras o no, son reflejo escrito de las normas implícitas del castellano de siempre) quizás deberíais inventar vuestra propia lengua no sexista, y no andar intentando obligar a otros (a los que no nos importan esas trivialidades, puesto que conocemos que el sexismo está en la intención, y no en la forma) a utilizar vuestros artificios y a contaminar (no a contribuir a la evolución de) nuestra lengua. Al fin y al cabo, si cambiamos a nuestro antojo las normas, el sistema acordado para comunicarnos, cada uno utilizará el que le parezca y ya nadie, como bien Ana Lorenzo ha vaticinado, podrá indicar qué es correcto y cuál es el significado de lo dicho o escrito.

garincis -

Excelente artículo. Cuando he leído lo de la AMPA he recordado cuando oigo hablar de "los padres" de una persona no sé si se refieren a una pareja homosexual masculina o a que la madre de dicha persona tenía una vida sexual un tanto complicada en el momento de la concepción.
Antes era más fácil: "los padres" eran el padre y la madre.
Por cierto, una ligera errata en "áquel, áquellos" -> "aquél, aquéllos"

David -

Alex, lo de duplicar los generos es muy viejo. El articulo original hablaba de principios de los 90, pero creo que puede ser algo un poco anterior. No busques estupidas ideas politicas, hechandole la culpa a ZP y compañia, en algo que se lleva desarrollando tantos años, incluso cuando gobernaba el señor del bigote. La culpa la tiene esta absurda lucha de generos, que a veces se lleva a alturas realmente estupidas.

Jean Pierre Rupp -

Escribiste: "se manda la duda al servicio de consultas de la RAE, esta le pone la tilde...?". Yo hubiese escrito "ésta", y por lo que leo en la página web de la RAE sigue siendo correcto, sin embargo la regla que es correcto de ambos modos, lo que hace a esta una regla flexible, porque permite escribir la misma palabra con y sin tilde. Sería positivo revisar ésta, el castellano es un idioma complejo, añadir más complejidad no es inteligente porque elitiza el uso correcto del lenguaje, cuando el objetivo sería más bien hacer posible que más personas puedan hacer uso adecuado del mismo, inclusive quienes están dotados de inteligencia promedio o inferior al promedio, que sería casi la mitad de la población hispanohablante.

r2 -

Comprenderá la autora que un artículo así solo sería políticamente correcto que lo firmara una mujer. :)
Buen trabajo!

raul -

Eres como un alivio a tanta incorrepción gramatical. Muchas gracias por tus artículos. Volvere, y a menudo, por aquí.

Miry -

Esta caricatura sin embargo obvia que existe una preocupación real por este problema en alguna parte de la sociedad, entre la cual me incluyo, sobre el sexismo en el lenguaje.

En segundo lugar, muchas de las personas que intentamos usar lenguaje no sexista, no desconocemos que la RAE defienda la norma que mencionas, sino que simplemente no estamos de acuerdo con ella.

gea -

Estimados y estimadas padres y madres de alumnos y alumnas, los profesores y profesoras del primer ciclo quieren invitarlos he invitarlas a ...jajaja

Alex -

El majaderismo político de ZP, Ibarretxe (el de los vascos y las vascas) y otros personajes de similar altura de miras, no han tenido mejor cosa que hacer que duplicarlo todo de manera incoherente, porque cuando llegan a la segunda línea siguen todo en "masculino neutral". Si la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento, el incumplimiento de las normas lingüísticas debería eximir a los políticos y sus copistas lelos de hablar en público.

Javier Dávila -

Bueno, Ana, me pregunto si esta tendencia a conferirle sexo al género de verdad la iniciaron los políticos y las (no sé si decir) feministas. El primer caso que recuerdo, a mediados de la década de 1960, fue el de los _modistos_. Las artes de la confección eran mal vistas si las ejercitaba un hombre y estaban lejos de ser el espectáculo que son en estos días. En ese contexto, recuerdo el gesto de reivindicación de los sastres de medio pelo, que dieron en modificar el título de _modista_ para el hombre que practica su oficio. Ahí está, digo, el origen de todo: en las frivolidades someras de las apariencias, que deslumbran tanto a tantos.