Democratizar la Real Academia Española
Tras el fallecimiento del buen dialectólogo y escritor Alonso Zamora Vicente surge en la Real Academia una vacante que, a juicio de este traductor, nadie podría cubrir mejor que don José Martínez de Sousa, autor de los más valiosos diccionarios de dudas y manuales de estilo que se han publicado hasta ahora en España. (Aclaro, ante posibles dudas, que no lo conozco personalmente y que vivo en un pueblo de interior; pero la utilidad de sus obras es palmaria para mí y otros muchos traductores y correctores.) Pero cuando uno escribe a los correos de la Academia para proponer su nombramiento, recibe esta respuesta, firmada por su secretario, don Guillermo Rojo: «Pongo en su conocimiento que, de acuerdo con la legislación vigente, las vacantes son convocadas en el Boletín Oficial del Estado y las propuestas de candidaturas deben ser realizadas por tres Académicos numerarios».
Pues bien, señores académicos (no veo yo razón para la mayúscula): ya no vivimos en el siglo de su fundación, el benemérito siglo xviii de las luces y el Despotismo, sino en el siglo xxi. Creo que ha llegado la hora, por fin, de reemplazar el elitismo por la democracia y de abrir los oídos de la casa a las palabras de los profesionales que cada día trabajamos con y en pro de nuestra lengua común.
Javier Gutiérrez Casado (San Fernando de Henares, Madrid, España)
2 comentarios
Pablo Usabiaga -
Mónica Urrestarazu -
Su Diccionario de la tipografía y del libro, a pesar de no contar con reediciones (o al menos éstas no han llegado a la Argentina), sigue siendo la referencia más consistente para quien ama esta lengua y, en especial, para quienes trabajamos en el mundo editorial.