Lengua, edición, lectura y profesionales del libro en la FIL de Buenos Aires
Durante las 23.as Jornadas de Profesionales organizadas por la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que se realizaron entre el 16 y el 19 de abril, las Editoras del Calderón, y editoras de Páginas de Guarda, realizamos un evento cultural para festejar la aparición del tercer número de la revista, e invitamos a esta celebración a distintos profesionales del libro: editores, diseñadores, correctores, libreros, bibliotecarios, trabajadores de la industria gráfica y editorial. Los profesionales acudieron a pesar del cansancio, luego de dos días de trajín, en los que estuvieron ocupados con cuestiones de todo tipo, desde las más simples y domésticas, como la organización de sus propios stands dentro de la Feria, hasta las más complejas, como la compra y venta de derechos, las relaciones comerciales, etc.
El lunes 16, las Jornadas comenzaron con un discurso de bienvenida y un breve panorama acerca de la situación editorial en la Argentina, a cargo de Horacio García, presidente de la Fundación El Libro. A continuación, el escritor mexicano Carlos Monsiváis dio la conferencia inaugural «América Latina, la fuga y el reencuentro de las identidades». Entrevistado luego por la periodista cultural Susana Reinoso, Monsiváis comentó que él, en Latinoamérica, percibe una fuerte tendencia a la integración, debida en parte a la comunicación. Según el escritor mexicano, las especificidades regionales han disminuido y, aunque persistan determinados usos lingüísticos, estos no impiden la comprensión de los textos. A pesar de esta creciente tendencia integradora, la industria editorial sigue muy concentrada en manos españolas, situación que vuelve invisible aquello que se publica en Latinoamérica.
Por la tarde, el BIEF (Bureau International de l’Edition Française) realizó un seminario profesional, en el que se trató el tema «La edición en ciencias sociales y humanas: relaciones entre Argentina y Francia», con el propósito de fomentar el intercambio cultural entre ambos países.
Al día siguiente, los negocios continuaron con el Encuentro Sectorial entre Latinoamérica y Europa (AL-Invest). Por otro lado, se realizó la presentación de la plataforma digital de Google, que pretende impulsar la digitalización de los libros y facilitar su búsqueda.
En el medio de tantas actividades, las Editoras del Calderón, y editoras de Páginas de Guarda, pensamos que debíamos ofrecer a los profesionales un espacio de encuentro, en el que pudieran disfrutar con todos sus sentidos de lo que, en realidad, más les gusta: la lectura. Por eso, luego del agradecimiento a los presentes, por parte de María Marta García Negroni (directora de la revista) y de la presentación del staff por parte de la editora científica Andrea Estrada, tuve el agrado de introducir la proyección de dos cortos, uno llamado Escenas de lectura y otro, Los libros y el cine. En ellos, los realizadores (Sergio Venturini y Valeria Forster, en el primer caso; Eduardo de la Serna, en el segundo), luego de un rastreo breve pero intenso en la cinematografía nacional y extranjera, desde los comienzos del cine hasta hoy, mostraron variadas imágenes de lectura. Bellas, terroríficas, curiosas, alejadas o cercanas en el tiempo, las imágenes fueron reunidas por los realizadores siguiendo las mismas –y mínimas– consignas impartidas por Páginas de Guarda. Los cortos resultaron muy distintos en estilo pero no en calidad, si bien en algunos casos reprodujeron las mismas películas, aunque en tomas diferentes.
Escenas de lectura en el arte cinematográfico, pero también en el arte dramático y fotográfico. En cuanto al arte dramático, la narradora, escritora, narradora y directora teatral Ana María Bovo relató una serie de textos (de Clarice Lispector y de su propia obra teatral, Emma Bovary), cuyo eje continuó siendo la lectura: desde la descripción del dolor que produce en una adolescente la negación del préstamo de un libro muy deseado, hasta el detalle de los síntomas de esa extraña enfermedad producida por la lectura y que el escritor argentino Ricardo Piglia llama «bovarismo» (ver estos conceptos en su novela El último lector, Anagrama, 2005), que lleva a quienes la padecen a desear ser lo que son los héroes de las novelas (en este caso, las heroínas). Con respecto al arte fotográfico, el evento también sirvió para presentar un concurso de fotografía documental, destinado a estudiantes de fotografía y titulado «Lectores de Buenos Aires». Una de las integrantes del jurado, la licenciada en Historia de las Artes Virginia Cavalli, presentó la propuesta. Dijo que el concurso pretendía acercar al espacio de la revista la mayor cantidad posible de testimonios vivientes sobre la lectura en Buenos Aires: acerca de sus lectores, de qué leen y dónde. En qué rincones del ámbito de la ciudad, si leen en medio del ruido o en algún recóndito espacio silencioso, quizás secreto. Y aseguró que, cuando la exposición final estuviera montada, en la Feria del Libro de 2008, y las fotografías elegidas fueran publicadas en la revista, seríamos nosotros los «otros» lectores de aquellos (lectores) que habían sido sorprendidos por las cámaras un tiempo atrás.
Ojalá este pequeño oasis, en medio del fárrago de las actividades de las Jornadas, haya contribuido a que los profesionales del libro abandonaran por un rato su negotium para dejarse subyugar por las mieles de un otium siempre bienvenido.
Ana Mosqueda
Editora científica
Páginas de Guarda
(Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires)
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