Blogia
addendaetcorrigenda

Malas prácticas/Mala praxi

La RAE contra elcastellano.org, o la máquina de hacer dinero del Grupo Planeta

La RAE contra elcastellano.org, o la máquina de hacer dinero del Grupo Planeta

Que la Real Academia Española es una institución ya no sólo al servicio de la codificación de la lengua del imperio, sino al servicio de intereses mercantiles de empresas transnacionales españolas no es una noticia que vaya a tomar por sorpresa a nadie que lleve un tiempo siguiendo este blog. Pero debemos reconocer que, en este empeño, se perfecciona día a día, con performances que ni el más alocado delirio podría vaticinar.

A los que consideran que la tarea crítica realizada en Addenda et Corrigenda (y en este libro) es fruto de una manía persecutoria, de la exageración o del aburrimiento, les interesará saber que todo lo que hasta hoy le hemos echado en cara a la institución académica es poco comparado con este rien ne va plus que la docta se ha marcado con La Página del Idioma Español (elcastellano.org), web no comercial propiedad de Ricardo Soca, que lleva 15 años en el empeño de divulgar conocimiento, recursos y noticias sobre el idioma, incluidas las novedades académicas, una labor que cualquiera entenderá como tarea provechosa para la difusión de la norma del castellano.

Cualquiera menos la RAE y Planeta, grupo editorial que, para nuestra sorpresa, tiene autorización de la Real Academia Española para actuar en su nombre en la protección legal de los contenidos digitales y en papel en cuya edición haya participado. Es decir: DRAE, Diccionario manual, Ortografía, Diccionario esencial y Nueva gramática, en todas sus versiones. En virtud de tal autoridad, pueden instar a cualquier página de internet a retirar de ella contenidos de estas obras o incluso enlaces profundos a sus respectivas páginas web del portal académico, en cumplimiento de las condiciones legales de reproducción que la RAE ha fijado (cuya legalidad y alcance jurisdiccional es discutible). Y esto es justamente lo que han hecho con La Página del Idioma Español, como puede comprobarse en la documentación que adjunta el aviso que ha hecho público Ricardo Soca (anuncio que probablemente también se vea obligado a retirar en breve), y que abajo reproducimos, según el cual, ante la intimación de Planeta-RAE, ha eliminado enlaces de este tipo a la página de la RAE y su elaboración personal de una tabla comparativa de las entradas del DRAE que van a eliminarse, enmendarse o añadirse en la próxima edición del Diccionario, información que la web de la RAE no facilita de un modo tan amigable.

Nos preguntamos si Planeta, en nombre de la RAE, habrá obrado de igual manera con los contenidos académicos que figuran en la Wikilengua de la Fundación del Español Urgente (Fundéu), organismo presidido por el director de la RAE. Apostamos algo a que no, y no porque la Fundéu no se lucre de esa conexión; ¡tiene hasta un sello de calidad lingüística de pago! Y, al mismo tiempo, tememos por recursos como el Dirae, un DRAE de usabilidad muy mejorada (por una persona ajena a la RAE), que muchos profesionales usan con preferencia sobre el DRAE en línea original.

En cualquier caso, resulta paradójico que una institución como la Academia, semifinanciada por los hablantes y cuya obra (publicada por Planeta y Santillana) se nutre del expolio de la labor ajena (también del trabajo de webs sobre el castellano como Jergas de Habla Hispana), intimide de este modo a modestos propietarios de páginas de difusión del español para llevarlos a retirar de ellas cualquier vestigio de sus productos normativos. Más que paradójico, es demencial.

Compruébenlo en esta reproducción del documento publicado en La Página del Idioma Español [actualización, 14/10/2011: véanse asimismo Las razones de la RAE para eliminar "competencia desleal" entre los internautas, Historia de las finanzas de la RAE y de su venta a los intereses del IBEX35 y la evolución de la noticia en los medios y en los comunicados emitidos por las instituciones implicadas: Todo sobre mi RAE®. La larga cola del asunto Ricardo Soca]:

La RAE nos obliga a retirar servicios del portal





Ricardo Soca


Cuando vi aquel mensaje amenazante en mi correo electrónico, pensé que el remitente sería de esas personas que emplean su tiempo en enviar mensajes-basura, un cracker o depredador, de los que se enorgullecen de sus acciones vandálicas en la red. Esta conjetura se vio fortalecida por el hecho de que el IP de donde provenía el mensaje está señalado en Wikipedia como origen de actos de vandalismo en la red: http://es.wikipedia.org/ wiki/ Usuario_ discusi%C3% B3n: 213.192.254.2.

En el mensaje se me advertía, en nombre del Grupo Planeta y de la Real Academia Española, que debería retirar los avances de la vigésima tercera edición del diccionario académico, pues estaría violando, aquí en Montevideo, no sé qué leyes civiles y penales del Reino de España. No podía concebir (ahora puedo) que la Real Academia y un grupo empresarial de la envergadura de Planeta pudieran zanjar sus conflictos sobre uso de contenidos mediante mensajes anónimos en la internet. Ni que creyeran que yo podría «competir» con ellos.

Después de intercambiar varios mensajes y llamar por teléfono a la sede del Grupo Planeta en Barcelona, pude comprobar que mi conjetura era errónea: mi interlocutor acabó identificándose como Álex Calvo, del Departamento Jurídico de dicho grupo, quien dijo actuar en «en nombre de la Real Academia Española, en adelante RAE», todo ello con «un profundo respeto hacia nuestros usuarios» y con el objeto de «procurar la continuidad de su buen nombre en el sector», según reza el mensaje inicial sin firma enviado desde la dirección electrónica acalvog@planeta.es.

La docta casa me advirtió asimismo a través de este insólito apoderado, que «queda prohibida la introducción de enlaces que faciliten el acceso directo a cualquiera de los contenidos de los sitios web de la RAE, salvo en el caso de que se utilicen los procedimientos que la entidad implemente para ello, bien sea por medio de botones integrables en el navegador o de otro tipo de recursos de software».

Según Planeta/RAE, este nuestro modesto portal estaría practicando «competencia desleal» y cometiendo «un ilícito penal de acuerdo con» leyes que rigen en el reino peninsular.

Sintiéndome intimidado por entidades tan poderosas, he retirado del portal los contenidos cuestionados, pero no puedo dejar de señalar que hace nueve años empecé a distribuir nuestro boletín La palabra del día, que hoy llega a un universo de 212.000 suscriptores gratuitos. Pues bien, hace tres años, la Real Academia decidió apropiarse del nombre del boletín y tiene su propia «palabra del día». Nunca cuestioné este procedimiento, característico de la política de ninguneo de RAE, pero es sintomático que, a partir del momento en que nuestra buena amiga Silvia Senz se lo hizo notar a la Academia Española mediante un mensaje dirigido a la cuenta en Twitter @RAEinforma, le fue bloqueada su suscripción a este servicio de la RAE en esa red social.

El papel de las instituciones académicas, sobre todo de aquellas que son financiadas en todo o en parte por el dinero de los contribuyentes, es generar y transmitir conocimientos, devolviendo a la sociedad el fruto de sus investigaciones con la máxima divulgación posible. Que las empresas privadas comercialicen material cultural para obtener ganancias no está mal, forma parte de su papel en nuestra organización social, pero las instituciones académicas no deberían involucrarse en la busca de lucro.

Habíamos pensado hasta ahora que este sería el caso de la Real Academia Española, que desde Madrid pretende dictar las normas del castellano a un universo de 450 millones de hablantes diseminados en veintidós países de cuatro continentes, trabajando en colaboración con un conjunto con otras tantas academias nacionales . Pero la RAE retacea el fruto de su trabajo por razones comerciales: su diccionario no ofrece en la web todos los servicios de su versión comercial en disco, el Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española no ofrece en la red los mismos servicios que su versión de pago en DVD, y no permite la divulgación de sus trabajos fuera de su página web por razones comerciales.

En el siglo XXI, la Academia ha delegado en empresas privadas del Reino de España una parte de la autoridad que hace 298 años le confirió Fernando V para unificar la lengua del imperio. En efecto, es sorprendente que una compañía poderosa como el Grupo Planeta pueda presentarse en nombre de la Real Academia, presionando para impedir la divulgación en la internet de obras en cuya elaboración han participado las veintidós academias, como es el caso del Diccionario de la lengua española y pretende imponer las leyes del reino a los países hispanohablantes.

Para oír la conversación telefónica con este empleado de la editorial española, pulse aquí.

Para ver la intimación enviada por Planeta/RAE a elcastellano.org, pulse aquí.

Si desea enviar sus comentarios, puede hacerlo

Sense senyal

 

Crida de Vilaweb:

Eleccions d'errates

Eleccions d'errates

Fa temps que els partits polítics saben que les confrontacions lingüístiques donen, a Espanya o a Catalunya, bons resultats a les urnes, de manera que cada comici s’acaba convertint en una elecció de llengua. Tanmateix, farta de ser instrumentalitzada, la llengua (qualsevol llengua) a voltes es revenja i juga als seus manipuladors veritables males passades. Vegeu el cas dels "bilingües" Ciutadans, poc atents al potencial d’una simple lletra capgirada (l’Anna Llisterri afegiria: "I poc conscients, a més, de la importància d’un corrector"):

 

Especial eleccions al Parlament

per Bertran Cazorla/ACN
Bertran Cazorla/ACN | Actualitzat el 18/11/2010 a les 18:41h

Ciutadans demana la independència per error

"Volem la independència" afirma l’opuscle de propaganda que envien els unionistes a les llars

Ciutadans independentistes? Foto: ACN

"Volem la independència", proclama el fullet que Ciutadans està enviant als domicilis dels votants catalans. Es tracta, és clar, d’un error de conjugació. No és l’única errada. Una altra, d’ortogràfica, es comet quan s’empra en català l’eslògan amb el qual el partit es presenta a la campanya: " Rebélate" . El redactor del pamflet oblida l’ela geminada quan conjuga el verb català. Però els errors no es cometen només en la llengua pròpia de Catalunya. Seguint la política bilingüe d’un partit molt crític amb la política lingüística de la Generalitat i que defensa que el català no corre perill, el fullet està redactat en les dues llengües oficials del país. I un verb en castellà també està mal conjugat.

"Ens rebelem per la convivència en front als que volem la independència" (sic), comença l’opuscle que Ciutadans envia als votants i que conté, com a mínim, cinc errors (obviant, això sí, la insistència d’escriure malament el seu lema, tot prescindint fins a tres cops de la ela geminada quan exhorten el lector a "rebel·lar-se").

El document també s’equivoca en castellà quan afirma "por la convivencia, la libertad y para que la política está a tu servicio" (sic). 

D’altra banda, els redactors de la propaganda d’aquest partit amb representació parlamentària també dubten quan es tracta d’emprar la locució prepositiva "enfront de". En tots els casos escriuen erròniament "en front". En el primer intent es decanten per usar la preposició "a", en lloc de "de", tot errant de nou. En el segon opten per prescindir de la preposició, i escriuen que es rebel·len "en front la corrupció política".

RAE y Asale pisan a fondo para llegar a la próxima campaña de Navidad

RAE y Asale pisan a fondo para llegar a la próxima campaña de Navidad

Como ya hicieran el año pasado con la Nueva gramática de la lengua española (NGLE) que llegó a las librerías a inicios de diciembre todavía incompleta (faltaba y sigue faltando el volumen de Fonética y Fonología) para así aprovechar el tirón de las ventas navideñas, la RAE y la Asale anuncian, por boca del aún director de la primera, que acelerarán el proceso de realización de su nueva Ortografía para salir al mercado en esas mismas fechas que tan buenos resultados comerciales les han procurado.

Nos consta que la obra no está en las condiciones que debería (no está siquiera aprobado su texto original, según confiesan) para publicarse antes de Navidad y que los lingüistas que en ella participan trabajan bajo una presión enorme, condiciones productivas que indefectiblemente dan lugar a ediciones defectuosas, en fondo y forma. La aceleración del proceso de elaboración será, pues, fuente de nuevos errores que los usuarios que nos veamos obligados a seguir esta Ortografía deberemos sufrir hasta que se revise nuevamente esta próxima edición. Ya los fallos detectados en los dos primeros volúmenes de la NGLE, causados probablemente por las mismas codiciosas prisas, han llevado a sus responsables a anunciar una nueva edición revisada al poco de publicarse la primera, costosísima.

De hecho, esta nueva Ortografía académica corrige errores detectados por otros especialistas en las producciones académicas con contenido ortográfico vigente y publicados en reseñas y obras críticas. Pero una de las reseñas críticas más prolijas de la norma ortográfica académica actual está aún pendiente de publicación (en prensa, como suele decirse), lo que supone que su contenido no habrá sido asimilado por las academias en el momento de dar a luz su nueva Ortografía. Más errores, pues, en perspectiva. 

Por supuesto, tampoco en esta ocasión se anuncia ninguna versión de libre acceso, pese a la parte de esta obra que pagamos con nuestros impuestos.

 

Silvia Senz

La nueva Ortografía académica, o cómo seguir saqueando impunemente

La nueva Ortografía académica, o cómo seguir saqueando impunemente

Ya hemos hablado aquí otras veces de la reconocida (por los propios académicos) tendencia de la RAE (mancomunada con la Asale) al saqueo de la obra ajena, especialmente cuando está realizada con un esfuerzo y una brillantez de los que las academias no suelen hacer gala. Decimos saqueo porque, aunque extraoficialmente se reconocen fuentes teóricas ajenas y se admite lo mucho que se ha tomado de ellas, nunca jamás se referencian en una bibliografía final, ni siquiera en esa nueva Gramática que alardea de científica.

Que en este país semejante práctica parasitaria (con cierta solera en la institución) no sea sistemáticamente censurada por los usuarios de la obra académica —por algunos de los autores afectados sí lo es—, ni por las asociaciones profesionales, ni por (lo que es más grave) el mundo universitario, es una prueba más de que vivimos en una monarquía cocotera (García Viñó dixit), repleta de pusilánimes que, con su silencio, otorgan patente de corso a una institución que debería actuar con un mínimo de honestidad y ejemplaridad.

Pudiera parecer que, más allá del atropello a la ética intelectual y al rigor científico que esta práctica supone, no tiene mayor trascendencia que el daño moral que pueda causar a los autores víctimas del expolio. Quienes así piensan se equivocan de medio a medio. La historia académica nos enseña que en aquellas épocas en que la institución española ha gozado, como en el presente, del apoyo político y del sostén económico necesarios para copar el mercado de obras didácticas y de referencia sobre la lengua española —sin particular merecimiento, a tenor de la escasa calidad de sus obras— su predominio ha lastrado tremendamente el desarrollo gramatical, ortográfico y lexicográfico del castellano. Por ejemplo, con respecto a la no tan lejana época de monopolio escolar de que gozaban la Ortografía y la Gramática de la RAE, analizada aquí por J. J. Gómez Asencio, concluye este autor (pp. 1323-1324; la negrita es nuestra):

 

[...] No se favoreció precisamente el desarrollo de una gramática escolar independiente destinada a la enseñanza pública, aunque sí se siguieron publicando textos escolares, sea sin especificación de destinatarios, sea dirigidos a establecimientos particulares. Los modestos autores de gramáticas escolares debieron ver claramente mermados su público y ventas, y limitada su vocación. Se repercutió pues en el modelo de gramática escolar que pudo pensarse y ejecutarse en España en esos años.

[...] Se fomentó el seguimiento de la doctrina oficial (en uso, en teoría y en norma), cuando no su mera copia, simple imitación o incluso burdo remedo. De ahí las frecuentes menciones a la rae ya desde los propios títulos de las gramáticas de autores particulares [...] [debidas] probablemente a la conveniencia de ajustar cualquier texto a esa doctrina, porque era la conocida y la oficial, según qué casos y para qué destinatarios la única permitida, y, desde luego, la que mejor podía hacer presumir una cierta venta al impresor empresario. [...]

[...] Se desalentó el crecimiento de una gramática modernizante e innovadora al margen de la oficialista: investigar libremente en busca de una gramática renovada (sea en su faceta de teoría, sea en su aspecto pedagógico) debió de resultar tarea complicada en este contexto a veces incluso hostil; introducir novedades o proponer reformas fue considerado algo bastante próximo a ser crítico; mantener la independencia se convirtió a algo casi equivalente a estar en la oposición, a actuar en contra. Parece que [...] incluso se coadyuvó a la confusión entre «libro de lectura obligatoria», lo que es una cosa, y «doctrina (teoría lingüística + uso de la lengua) de seguimiento obligatorio», lo que constituye otra.

[...] Se suscitaron, en consecuencia, recelos, enfados y hasta enconos de autores individuales no conformes con el statu quo. [...]

[...] no parece aventurado sostener que la seguridad de la venta y la certeza de los ingresos, la obligatoriedad del texto, la inutilidad efectiva de una eventual crítica externa o de una eventual mejora promovida desde dentro por sectores o individuos reformistas —de cuya existencia no cabe dudar—, el amparo legal de la doctrina emanada de la corporación y de los usos por ella prescritos y descritos, su admitida infabilidad, la protección estatal, la seguridad casi autocomplaciente, el apego de muchos profesores y maestros a la rutina consagrada, la preocupación por complacer las expectativas de ese público conservador en materia de gramática... debieron de ser factores que coadyuvaran al inmovilismo, segaran la capacidad de autocrítica, fomentaran la pasividad, adormecieran la necesidad de cambios, la creación, la capacidad de ser influidos por autores particulares, o retrasaran la modernización. De poca sustancia y no mucho calado, son, en efecto, los cambios que —salvando el caso de 1870— la grae experimenta entre 1858 y 1916.

[...] Su peso sociológico, su influencia [...] en algunos de los prejuicios y actitudes lingüísticas aún hoy vigentes [...] fueron inconmensurables.

 

Tenga el lector en cuenta que todas las obras de referencia, de enorme calidad, que los que llevamos 20 o más años en el mundo de la edición, la corrección, la prensa y la traducción tenemos como libros de cabecera, se elaboraron en el largo periodo de letargo que la RAE vivió desde la década de 1930 hasta inicios del siglo XXI. Gracias al parcial enmudecimiento al que la abocó la pérdida del monopolio escolar debida a la extinción práctica de la ley Moyano, pudieron florecer obras (y casas editoras) como las siguientes, algunas de académicos que sólo pueden brillar al margen de la institución: la primera edición del Diccionario general ilustrado de la lengua española (Barcelona: Vox, 1953), supervisado por el académico Samuel Gili Gaya y prologado por Ramón Menéndez Pidal; el ya clásico Pequeño Larousse Ilustrado o el Diccionario Planeta de la lengua española usual (Barcelona: 1990) dirigido por Francisco Marsà, y los diccionarios, gramáticas, manuales de estilo y ortografías (teóricas y prácticas) de María Moliner, Joan Coromines, Julio Casares, Fernando Corripio, Manuel Seco, Samuel Gili Gaya, Salvador Fernández Ramírez, Emilio Alarcos Llorach, José Polo o José Martínez de Sousa, por citar sólo algunos de los principales. Los periodos de coma de la RAE suelen ser vida para la proliferación de obras de este tipo, concebidas con libertad y rigor.

Por eso si la RAE y la Asale continúan nutriendo su actual hiperactividad a base de parasitar (peor que mejor) la obra ajena, y siguen lanzando luego al mercado publicaciones no siempre adecuadas a las necesidades del hablante y raramente de calidad, que se convierten de inmediato en superventas gracias a campañas de márquetin de enorme repercusión y al prejuicio que otorga crédito y autoridad automáticos a todo lo que estas instituciones publican, nos preguntamos quién va a ser la editorial o el autor que se arriesgue a crear nada de propia cosecha. Por de pronto, el panorama de la lexicografía española independiente es un puro páramo; al menos en España. Y esto coloca a la RAE y la Asale como uno de los principales peligros para el equipamiento del castellano. Los defensores del idioma deberían empezar a defendernos de ellas.

En la misma tónica, la publicación del avance de la nueva Ortografía académica (cuyos referentes ya se filtraron a la opinión pública) es una prueba más de que las academias de la lengua española se resisten a arriar la bandera pirata. Para quienes tenemos buena memoria de las ortografías académicas precedentes y conocemos qué obras se han realizado en este campo de manera independiente, un simple cotejo entre el índice de esta Ortografía en proyecto y el de la Ortografía y ortotipografía del español actual de José Martínez de Sousa (Trea: 2008, 2.ª ed.) nos muestra a las claras —aunque, insistimos, ya se sabía— cuál ha sido en este caso una de las principales fuentes de las academias. Aunque el índice del avance muestra que tampoco hay en ella bibliografía final, se da la paradoja de que, en el colmo del cinismo, la RAE y la Asale tienen el descaro de atreverse a dar al usuario lecciones de cómo se hacen citas bibliográficas y cómo se confecciona una bibliografía. A eso se le llama no predicar con el ejemplo.

Para quien tenga un rato y paciencia, aquí le dejamos ambos índices. Comparen y extraigan sus propias conclusiones:

La Ortografía y ortotipografía del español actual (2. ª ed., Gijón: Trea, 2008) de José Martínez de Sousa en el avance de la nueva Ortografía de la lengua española de la RAE y la Asale (en prensa). Comparativa de índices
Publish at Calaméo or browse others.
Silvia Senz

La nueva RAE, un espejismo de representatividad, neutralidad ideológica, laboriosidad y modernidad, 13: nueva edición de la NGLE (2013) o cómo tomar el pelo al usuario

La nueva RAE, un espejismo de representatividad, neutralidad ideológica, laboriosidad y modernidad, 13: nueva edición de la NGLE (2013) o cómo tomar el pelo al usuario

[Entrada anterior de la serie.]

No contentos con haber publicado la primera versión de la Nueva gramática de la lengua española sin estar aún completa, sin versión en línea, en campaña de Navidad y a precio de oro (120 €), y de haberlo hecho meses antes de publicar la versión compendiada de los dos primeros volúmenes, mucho más asequible (24,90 €), a fin de asegurar multimillonarias ventas de la primera (también en EE.UU.), ahora su principal ponente, Ignacio Bosque, nos anuncia que la NGLE va a reeditarse en el año 2013.

No son ajenos a esta decisión los clamorosos errores detectados en el campo del voseo (los voseantes de todas las zonas de voseo los verán enseguida), advertidos en primer lugar por miembros de la Academia Costarricense de la Lengua, que han llevado a su representante a exponer públicamente esos fallos atribuyéndolos al proceso de edición, para así exculparse ante los hablantes ticos:

El voseo costarricense en la ’Nueva gramática’

Columnista huésped | 13 de Junio 2010

Por Miguel Ángel Quesada Pacheco - miembro de número de la Academia Costarricense de la Lengua - miguel.quesada@if.uib.no

La Nueva gramática de la lengua española (dos tomos, Madrid 2009; en adelante NGRALE), producto de muchos años de intensa labor conjunta por parte de todas las Academias de la lengua española, es hoy la fuente más extensa de datos sobre la estructura gramatical del español.

No obstante, sobre el voseo vienen unos datos que no calzan con la realidad costarricense: en el cuadro que figura en página 211 del primer tomo, se incluye, como variante, la forma diptongada para Costa Rica; además, en la página 215 de dicho tomo se afirma que el voseo del sur de Costa Rica se inflexiona como el panameño; esto es, en sus formas diptongadas (-áis, -éis).

A todas luces, lo que ocurrió fue un yerro que escapa de las manos de la Academia Costarricense de la Lengua, como aclaro en las siguientes líneas. En primer lugar, porque yo, como responsable de la revisión de los textos originales, más un asistente que tuve para tal fin, habríamos detectado el gazapo inmediatamente. En segundo lugar, porque no se han registrado formas diptongadas en la región sur de nuestro país.

Las primeras manifestaciones documentales del voseo en Costa Rica muestran uno diptongado (vos verás lo que debéis hacer, se lee en un manuscrito cartaginés de 1723), el cual debió haberse extinguido hacia la época independiente. Obviamente, este hecho histórico nada tiene que ver con el reciente dato de la NGRALE.

En un mensaje electrónico del 26 de noviembre de 2004, se envió a la Academia Costarricense de la Lengua el capítulo referente al Pronombre personal (I), que es la versión original del §16.17 de la actual NGRALE. De este envío se extraen las siguientes líneas:

g) La variante cantás/ tenés/ salís, procedente de la evolución de las formas en -áis/ -éis, es la más extendida de las que conoce el voseo flexivo. Esta pauta es general en la Argentina, salvo en la zona de Tierra de Fuego, en la que hasta hace poco no se voseaba. Es también la habitual en el Uruguay, en frecuente alternancia con las variantes del tipo (2). La misma pauta corresponde a las regiones voseantes de Centroamérica, la zona andina de Colombia, norte y este de Bolivia y otros territorios. La pauta cantáis/ tenís/ partís se ha documentado en Chile, la sierra ecuatoriana, Perú y algunos departamentos bolivianos, a menudo en alternancia con la anterior. El tipo cantás/ tenís/ partís corresponde a Chile, salvo a las regiones meridionales. Se ha documentado asimismo en el oeste de Bolivia, en la provincia ecuatoriana de Loja, en algunas zonas del Perú meridional, y en regiones argentinas de Rivadavia, Río Negro y Córdoba. El voseo de tipo (2) se desdobla a veces, aunque menos frecuentemente, en estas mismas variantes flexivas. La flexión verbal mayoritaria en el tipo (2) de voseo es (tú) cantás/ tenés/ salís. No obstante, el esquema (tú) cantáis (o cantái)/ tenís/ salís es frecuente en el español popular chileno. Pueden verse los paradigmas completos en el §’ FLEXIÓN VERBAL.

En otro mensaje, con fecha 7 de mayo de 2008, la RAE nos envió el capítulo referente a la Conjugación verbal, donde venía el cuadro que dio origen al actual del tomo I, página 211. En ese cuadro no venía el error que ahora sale publicado respecto del voseo costarricense, razón por la cual no hubo menester corregir nada; la única enmienda importante de fondo que se propuso fue:

f) Cuadro pág. 35. Agregar en la casilla correspondiente a Costa Rica/ Pret. simple: cantaste(s), comiste(s), viviste(s), y en el futuro: cantarás, comerás, vivirás.

Además, en ninguna parte del capítulo original mencionado venía una descripción del voseo por países, la cual se aprecia en la actual NGRALE (tomo I, páginas 211-216).

En suma, en estos capítulos, que son, como queda dicho, la versión original de los actuales § 4.7 y § 16.17 del tomo I de la NGRALE, en ningún lugar figuraba lo que ahora se apunta en páginas 211 y 215.

A todas luces, los datos erróneos se agregaron después. Desgraciadamente, la Real Academia no nos pidió revisar la última versión; es decir, la que iría a imprenta, con lo cual el error publicado escapa a nuestro conocimiento.

En razón de lo anterior, escribí a don Ignacio Bosque, director de la Nueva gramática, quien inmediatamente se puso en contacto con doña Edita Gutiérrez, responsable de la impresión, la cual, en mensaje enviado el 21 de mayo pasado, me contestó lo siguiente:

*Me ha pedido Don Ignacio Bosque que averigüe qué ha ocurrido con la información sobre las formas de presente de subjuntivo del voseo costarricense, que aparecen en la tabla "Distribución de las formas del voseo verbal" del capítulo 4 de la NGRALE (§ 4.7i). Estas formas, como usted señalaba, no son correctas y no coinciden con el contenido desarrollado en el capítulo.

Tras rastrear en diferentes documentos, he descubierto que no se trata en realidad de un error, sino de una errata que se ha producido durante la maquetación de las últimas pruebas de imprenta. Como consecuencia, se ha descolocado toda la información de la columna del presente de subjuntivo.

Las voces de esa columna en la página 211 de la Gramática se han desplazado una posición hacia arriba. Por ello, en la casilla de Costa Rica aparecen las formas de Panamá, y en Venezuela, las de Guatemala. En el resto de los países no se ha producido el desajuste porque las formas coincidían. Esta es la causa de que la información del texto no coincida con la que se ofrece en la tabla.

Lamentamos profundamente el problema que ha suscitado esta errata, en especial por el trabajo de todas las Academias, que revisaron cuidadosamente las sucesivas versiones de este capítulo y contribuyeron de manera esencial a mejorar el texto definitivo.

Le agradecemos mucho la notificación de este error, que no teníamos localizado y que trataremos de subsanar lo más rápidamente posible.* Hechas las aclaraciones del caso, se entiende -aunque no se justifica- cómo sucedieron los errores que figuran en las descripciones que se hacen del voseo en cada uno de los países hispanoamericanos, y que siguen al cuadro de las erratas.

Esperamos que los responsables de la NGRALE publiquen una fe de erratas, y que en la próxima edición vengan enmendados los errores que, con toda razón, han dejado a todos los interesados, y particularmente a los costarricenses, en una situación de inquietud.

 

Ya dijimos que esta gramática, como toda obra panhispánica, tenía forzosamente que presentar errores e inconsistencias. Si no es fácil poner de acuerdo a los académicos de una sola academia, imaginen lo que supone concordar a los representantes de 22 academias y coordinarlos sin que hayan contradicciones doctrinales, errores o lapsus en el proceso. Ya lo vimos aquí, al tratar de los debates interacadémicos en torno a la nueva ortografía, en proceso de renovación también para corregir errores de la edición vigente.

Pero si bien eso es comprensible y esperable, lo que no es de recibo es que nos hagan pasar por caja a cada poco, siendo que otras gramáticas normativas de academias españolas (del catalán, del gallego y del valenciano) están en la red, siendo que a la RAE y a sus asociadas (también a ellas) va a parar un pellizco importante de nuestros impuestos y siendo que no está el horno económico para bollos, menos aún en el caso de traductores, correctores, redactores y periodistas. Lo que procede en este caso es justo lo que pedía Miguel Ángel Quesada: publicar una necesaria fe de erratas, que bien podría subirse a la red, como debería subirse algún día la bibliografía de las fuentes consultadas para la NGLE. En lugar de eso, Ignacio Bosque ya habla de una reedición para el 2013 que, sin duda, corregirá esos errores y otros. Si eso no es fraude al lector, que baje Menéndez Pidal y lo vea.

Lo más vergonzoso, sin embargo, es que justamente desde los sectores de profesionales a los que se dirige esa gramática no se eleven quejas públicas por este trato. Aún es hora que se oiga alguna de parte de las asociaciones y gremios. Pareciera que, hoy, a nadie le convenga enemistarse con la RAE, sus caballeros y sus patronos.

Silvia Senz y Montse Alberte

 


 

Actualización (08/11/2010):  El pasado mes de octubre, Ignacio Bosque confirmaba una reedición en el 2013 de la reciente NGLE, revisada y corregida, y auguraba periódicas revisiones. Mientras, decía, se está elaborando la versión en línea de la del 2009. Pero, por la del 2013 no nos cabe duda de que, quien la quiera, deberá pagar de nuevo:

 

Si la lengua no descansa, la gramática tampoco. En 2013, coincidiendo con el tricentenario de la RAE, se publicará una edición "muy actualizada" del diccionario académico. Ignacio Bosque ha propuesto que, además, la gramática se actualice matizando algunos puntos y añadiendo nueva información. "Lo ideal sería revisarla cada cinco o seis años", afirma. "La gramática de la Academia lleva 36 ediciones. Sería absurdo pensar que esta es la última". Entretanto, la versión para Internet está en manos de los informáticos de una casa a la que, con razón, llaman docta y que en diciembre, al expirar el mandato de Víctor García de la Concha, elegirá nuevo director.



De ministro a editor: Manuel Pimentel, genio y figura

De ministro a editor: Manuel Pimentel, genio y figura

Sobre el antiguo ministro de Trabajo del primer gobierno del Partido Popular, el andaluz Manuel Pimentel, han corrido recientemente ríos de tinta a raíz de las denuncias por venta ilícita de derechos e impago de muchos de sus autores, traductores, trabajadores y colaboradores, reunidos algunos de ellos en el grupo de Facebook "Manuel Pimentel no me paga".

No voy a añadir nada sobre el tema laboral, en el que Pimentel no es, por desgracia, ninguna excepción, por paradójico que resulte para un ex-ministro de Trabajo alabado en su día por los sindicatos. Lo que sí quiero señalar es la osadía que empuja a muchos como él a emprender un negocio editorial sin saber sustentarlo en ningún sentido, por falta de oficio y conocimiento del sector o por pura cara dura, y la megalomanía que supone hacerlo además sin privarse de dar lecciones de edición, como hizo en su día Pimentel con su Manual del editor. Cómo funciona la moderna industria editorial (Córdoba: Editorial Berenice, 2007, ISBN 978-84-96756-08-3). Sobre todo cuando lo que uno edita son espantajos como este (localizado por Paco Arias; gracias):

 

 

La imagen vale, en este caso, más que todas las palabras. Y créanme que lo que sigue a la cubierta, empezando por la misma portada, no mejora en absoluto.


Silvia Senz

Álex Grijelmo analiza prospectivamente su propio discurso

Álex Grijelmo analiza prospectivamente su propio discurso

(Noticia relacionada: "Grijelmo en la picota, o malos tiempos para los capitostes de la política lingüística y cultural española".)

 

1) Álex Grijelmo: La seducción de las palabras, Taurus, 2000 (citado en Jorge Torres: Educación en tiempos de neoliberalismo, Morata, 2007, p. 49):

Como explica Álex Grijelmo (2000), cuando se habla de "flexibilidad de plantillas", la mayoría tendemos a asociar esta metáfora a materiales que se encogen y se estiran; sin embargo, en la práctica empresarial, el emisor del mensaje está refiriéndose sólo a plantillas que únicamente se encogen; es una estratagema destinada a que la opinión pública convenza a los sindicatos de que deben hacerse más dialogantes, flexibles y menos reivindicativos, cuando, en realidad, lo que se busca es forzarles a admitir reducciones en los contratos, a obtener su beneplácito para poder despedir a un mayor número de personas, así como a rebajarles los salarios que deben percibir quienes permanezcan en plantilla. "Cuando se solicita esa ’flexibilidad’ sólo puede plantearse como una reducción: para ampliar la plantilla nadie necesita permiso o hacerse perdonar" (Álex Grijelmo, 2000, pág. 164).


2) Álex Grijelmo, cumpliendo su teoría:

miércoles 10 de junio de 2009

Oleada de despidos encubiertos en EFE


Una treintena de corresponsales y delegados sindicales de la Agencia EFE se han manifestado este jueves en protesta por las últimas decisiones tomadas desde la Dirección y que afectan directamente a las condiciones laborales de los periodistas que no figuran en plantilla.
La empresa pública que preside Álex Grijelmo ha obligado recientemente a sus corresponsales en España a adoptar un régimen de trabajador autónomo para continuar trabajando en la agencia, dándoles un tiempo para sopesar esta decisión y dejando en la calle a las personas que no aceptaran las nuevas condiciones, independientemente del tiempo que llevaran trabajando en la empresa o de su sueldo.
La Directiva de EFE escudó su decisión en la necesidad de homogeneizar los contratos de todos estos profesionales externos cuyas condiciones laborales y salariales eran muy distintas entre sí, ya que algunos de ellos cobraban por piezas y otros un sueldo fijo, como los profesionales de plantilla. Los sindicatos por su parte apoyaron y apoyan esta iniciativa, aunque discrepan profundamente con el modo empleado por la empresa en la metamorfosis de los contratos.
Según han explicado los delegados sindicales de la Agencia EFE a El Confidencial, “el problema no ha sido el homogeneizar las condiciones, sino que les han obligado a hacerse autónomos para seguir trabajando en la empresa asegurando que esto era legalmente imprescindible cuando esto no es verdad”. Y no lo es, según la delegada sindical, Mati Martínez, “porque esta obligatoriedad depende de los ingresos anuales de los corresponsales”.
“La segunda parte del engaño –continua Mati- radica en que en ningún momento, ni antes de este aviso, ni durante el periodo de reflexión para decidir el someterse o no al régimen de autónomo, se ha informado a los trabajadores del precio al que la empresa iba a pagar las piezas, y que finalmente han resultado ser mucho más bajos que antes y que para más inri han limitado a un número máximo mensual, lo que reduce sensiblemente los ingresos de los trabajadores hasta imposibilitar su vida profesional”.
Varios de estos trabajadores afectados han iniciado acciones judiciales contra la Agencia EFE en aras de denunciar lo que ellos califican como “despidos encubiertos”, ya que “la mayoría de ellos llevan ligados a la empresa toda su carrera profesional y a pesar de ello no figuran en plantilla”. Hasta hoy sólo se ha emitido una sentencia y ha resultado ser favorable para la corresponsal, que ha conseguido demostrar una relación laboral, aunque EFE ha recurrido dicha sentencia y el proceso se encuentra en espera.

La promesa incumplida del Gobierno


Todas las partes implicadas a las que ha tenido acceso este periódico han coincidido en que la solución a esta situación pasa porque el Gobierno tome las medidas pertinentes que él mismo prometió tomar, hace cinco años al comienzo de la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando también se habló de reestructurar RTVE, tal y como se está haciendo en estos momentos.
El ministerio de Presidencia anunció recientemente la eliminación total de los espacios publicitarios en RTVE, una medida que entraría en vigor a partir de septiembre. Según las personas afectadas por las nuevas medidas iniciadas en la Agencia EFE, una medida similar (la de financiar por completo esta empresa pública desde el Estado) ayudaría a que la agencia de noticias no se viera afectada por los vaivenes del mercado, y lo que debería preocuparle a los españoles y a los medios según los sindicatos: el contenido de las informaciones que desarrolla la agencia.
Esta idea llegaba el pasado 14 de abril a la mesa del Congreso de la mano de dos diputados del Bloque Nacionalista Gallego, Francisco Jonquera y Olaia Fernández, en una carta en que se instaba al Gobierno a la aprobación de un estatuto para la Agencia EFE, el mismo que se comprometió a desarrollar Zapatero en 2004.
En dicha carta, los diputados denuncian públicamente “políticas laborales de contratación bajo condiciones precarias”. Los mismos delegados sindicales de EFE aseguran que mientras los corresponsales en territorio nacional están siendo despedidos de forma encubierta, los que desempeñan su trabajo en el extranjero están siendo sustituidos por “becarios malpagados, que realizan un trabajo tan mal atribuido que dichas becas -entre las que destaca la ofrecida por La Caixa- sólo pueden permitírselas familias con rentas altas. Lo que supone una vergüenza en todos los sentidos, el profesional y el moral”, sentenciaron fuentes sindicales.
El número de afectados por este nuevo régimen laboral se puede contar en centenas según los sindicatos, y desde que la directiva comenzó a gestionar la transición del cambio, la comunicación interna y los ánimos van de mal en peor. Y es que los trabajadores de EFE están siendo testigos y víctimas de la crisis de los medios en un empresa de capital público.
Las medidas fueron rechazadas con rotundidad por la Federación de sindicatos de Periodistas (FeSP) hará dos semanas, ya que considera que EFE ha obligado a muchos de sus corresponsales dependiente cuando a juicio de los sindicatos esto no es así. La FeSP lamentó además que la directiva antepusiera “intereses mercantilistas” al servicio profesional que presta la agencia, ya que “algunas ciudades han perdido la cobertura que ofrecían los corresponsales despedidos”.

El perfil medio del corresponsal

Un corresponsal medio de EFE es, según las distintas fuentes entrevistadas por El Confidencial, un profesional de la información residente en capitales de provincia o localidades importantes, que conoce el terreno y maneja fuentes institucionales y privadas, que se encuentra disponible las 24 horas del día y cuyas retribuciones pueden variar entre los 1200 y los 2000 euros. Algunos de ellos, según fuentes sindicales, llevan más de 15 años ejerciendo este trabajo.
Bajo las nuevas condiciones ofrecidas por la empresa, con el reajuste de precios por piezas y un límite de trabajos por persona y mes, estos corresponsales pasarían a ganar 600 euros, más de la mitad de su sueldo, según estiman los sindicatos.
La manifestación celebrada ayer a las puertas de la sede madrileña de la agencia EFE tuvo lugar a las 14:00 horas, precisamente en el momento en el que se produce el cambio de turno, “para que fueran testigos todos los trabajadores de plantilla”. Apenas ninguno de estos compañeros se acercó a la concentración, que sólo fue secundada por una veintena de corresponsales y algunos representantes sindicales.